Querido empresario, vamos a ser sinceros. La calidad ya no es algo por lo que se paga, es algo que se da por sabido, que tiene que estar. No puedes ofrecer calidad como diferenciación porque ya todos la ofrecen.
La mejor herramienta que tienes para vender más es contratar un diseñador de interiores. Y tu dirás, hombre, que me vas a decir tú, que eres Interiorista.
Y sí, tienes razón, que te voy a decir yo. Debo defender mi trabajo y el valor real que aportamos en cada proyecto que realizamos, pero ¿sabes quien lo dice también?
Ferrán Adrià, reconocido Chef a nivel mundial famoso por su visión innovadora en todas las empresas con las que trabaja. Ferrán decía que «la comida es el cuarto de los motivos para ir a un restaurante». Por delante están el servicio, el ambiente y el interiorismo.
Sí, el interiorismo. Y aquí nadie dice que la comida no tenga que ser buena, es más debe ser excelente o te quedarás sin clientes más pronto que tarde. Pero ya todos vamos a comer a un restaurante buscando algo más que un plato sabroso. Queremos un ambiente agradable, una experiencia, una iluminación perfecta y un diseño que nos inspire y nos transporte referencialmente al estado primigenio de la comida que prepare el chef.
Tú, como empresario (ya tengas un restaurante, una tienda, una oficina, una peluquería, etc) debes pensar en tu negocio como un todo. No que quedes en la superficie y te olvides de que el fin último de tu negocio es... VENDER.
Sí, claro. Vender. Un interiorista debe ayudarte a conseguir este propósito. No se trata de hacer el local más bonito de la ciudad si con ello no nos aseguramos de aprovechar cada m2 del espacio, de disponer de la mejor distribución, de facilitar el trabajo a los empleados, de mejorar recorridos, de acertar con la iluminación... de en definitiva aportar al cliente y a los trabajadores la experiencia que viene buscando.
Esa experiencia debe estar en perfecta consonancia con el valor estratégico que aportas. La coherencia desde la concepción de tu negocio hasta su ejecución y puesta en marcha es esencial para conseguir todos los objetivos que tienes como empresario.
Hay diseños bonitos y diseños rentables. Y alguna veces, si contratas un interiorista que entienda de tu negocio, puedes llegar a tener un diseño bonito, rentable y que te ayude a vender más.
Fíjate bien en si el estudio de diseño que contratas te habla de estos temas o si por el contrario te habla de estética, de colores, de mobiliario o de acabados. Si sólo habla de esto.. ¡huye!
A no ser que pretendas escoger primero la estética que te gusta y después aplicarla a tu negocio. Esto, querido empresario, no funciona.
El proceso lógico debe ser el contrario. Primero estudiamos tu negocio, sus puntos fuertes y débiles, estudiamos a la competencia y después establecemos un diseño por y para tu espacio comercial.
A mi, personalmente, no me gustaría acabar invirtiendo lo mismo (bueno, normalmente es más) en algo mal hecho, que no tenga pleno sentido con tu marca y propósito y que aun encima no funcione.
En definitiva, tu mejor inversión es contratar a un interiorista. Y si puede ser, que te hable de rentabilidad, de negocios, de como puede ayudarte a tener el local más bonito de la ciudad y además, ayudarte a a vender más.
Para eso estamos.
Cuando comienzas con el diseño de un negocio tienes que plantearte muchas cosas. Ningún diseño que tenga que ver con una venta (otro tema es el diseño de viviendas) puede ser reducido a la simpleza de crear un espacio bonito, agradable, lujoso o cualquier adjetivo que hable sólo sobre estética.
A nuestro modo de ver, nos parece realmente sorprendente la cantidad de estudios que no se paran a pensar en ese "algo más".
Para nosotros ese algo más está relacionado directamente con la rentabilidad. Con la propia acción de la venta en el espacio comercial.
Qué fácil sería crear un proyecto en dónde nuestra única preocupación es hacerlo más o menos bonito. No se trata de llenar el ego del diseñador o de contentar con un diseño preestablecido al empresario, sino de aportar verdadero valor a través de una idea que (obviamente) DEBE SER BONITA, pero no puede limitarse de tal manera.
Un negocio, sea cual sea, requiere de inversión, de trabajo y esfuerzo y esto sólo se ve recompensado si genera ventas. No nos equivoquemos, nadie trabaja por amor al arte y si lo hace es por 2 opciones:
1.- Le sobra el dinero.
2.- Le sigue sobrando el dinero.
Todos intentamos, en menor o mayor medida, poder dedicarnos a aquello que nos gusta. No hay nada más gratificante que disfrutar con nuestro trabajo, pero pocos seguiríamos en él si no nos pagan o si no ganamos dinero. Si no comemos a final de mes la cosa se complica y los negocios cierran. Es así de simple.
Cuando contratas un estudio de diseño se entiende que la/s persona/as que están detrás del mismo tienen conocimientos de la materia, experiencia suficiente y una visión estética y del diseño mayor a aquellos que no viven de la rama. Por ello la belleza del diseño debe estar implícita, no puede no aportar ese valor. Es lógico que puedan diseñemos espacios bonitos. Sólo faltaría.
Luego ya entramos en estilos, maneras de trabajar, gustos y demás detalles que nos hablan más de lo subjetivo que de lo puramente objetivo. A unos nos gusta más como hace las cosas "fulanito" y a otros "menganito". Y no hay problema alguno con ello.
Pero por favor, exijamos algo más cuando vayamos a crear un proyecto enfocado a negocios.
El primer punto, y la base sobre la que construir el diseño es conocer tu negocio. Conocerlo bien, dominarlo.
- ¿A quién le vendes? ¿Qué esperan estas personas de tu negocio?
Y no menos importante, conocer perfectamente a tu competencia.
- ¿Qué les funciona? ¿Quiénes son sus clientes? ¿Cómo podemos superarles?
Entender el entorno, la ciudad en la que te establecerás y sus inquietudes son una buena manera de saber que puedes vender y cómo debes hacerlo.
- ¿Cuáles son mis fortalezas y mis debilidades?
Luego ya empezamos a entrar en detalles que tienen que ver con el propio diseño, como la elección de materiales y acabados, la psicología del color, la iluminación, etc, etc.
Estos detalles no son menores, tened en cuenta que la rentabilidad viene dada también en gran medida con el uso, durabilidad y facilidad de instalación y reposición de estos elementos. Nadie quiere un suelo que se estropee en poco tiempo o una mala elección del sobre de una mesa en un restaurante, esa inadecuada iluminación que arruina un diseño (por bonito que éste sea), etc
Luego ya entramos en no sólo la mejor elección e instalación de dichos elementos, sino en el propio coste de los mismos. Ya sea por volumen o por colaboraciones, los estudios tenemos grandes ventajas en estos presupuestos, por lo que una obra te costará significativamente menos con nosotros que por tu cuenta.
Son muchas las preguntas que debes hacerte y que cualquier proyecto que hable de negocios debe saber responder.
Un proyecto integral de diseño debe responder a todas estas cuestiones. No te limites a buscar sólo un diseño estético. Cuando contrates a un estudio de diseño, recuerda que la rent
En Cruz Estudio tenemos en cuenta todas estas variables para, además de crear un proyecto espectacular, podamos ayudarte a rentabilizar tu inversión.
Mejorar la calidad de vida de las personas que habitan ese espacio. Esto, y no otra cosa, es diseñar viviendas y convertirlas en hogares.
Como bien sabes, tu forma de vivir y pensar poco tiene que ver con la de tu tía Manuela, que con sus 75 años, vive de otra manera completamente distinta. Y por supuesto, si diseñáramos la vivienda perfecta para tu tía Manuela, nuestro mayor reto sería adaptar ese espacio a sus necesidades, costumbres y gustos.
Desde nuestro punto de vista, la primera de las premisas es la funcionalidad.
La funcionalidad (seguramente) va siempre por encima de la forma. Poco importa la belleza en este caso si no somos capaces de diseñar un espacio que cumpla con todas aquellas necesidades de nuestros clientes. Pero claro, he visto 2000 planos de arquitectos (que me perdonen ya que es una generalidad) que cumplen perfectamente con la normativa, que calculan los m2 cuadrados útiles y les dan a cada habitación, baño o cocina todo aquello que necesitan pero... ¡vaya coñazo de diseño!
Sí, hemos dicho que la funcionalidad prima, pero, por favor, seamos capaces de dar una vuelta más. De ponernos en la piel de las personas que depositan sus anhelos y esperanzas en nosotros y convirtamos aquello que desean de una manera en la que belleza, funcionalidad y confort vayan perfectamente de la mano.
Para ello, la sinergia entre cliente y diseñador es indispensable. Un buen briefing inicial, conocer a cada una de las personas, escuchar sus necesidades y gustos, entender qué necesitan y cómo podemos ayudarles es el punto de inicio sobre el que sustentar un buen diseño. De nada sirve aquí el ego de un diseñador.
Si es un apartamento para uno, para dos o quizás es una familia. Si tienen pensado serlo y hay que tenerlo en cuenta en el diseño inicial. Si hacen deporte, si les gusta el espacio más abierto, si prefieren más o menos sol. Hay tantas consideraciones a tener en cuenta como personas pero es nuestra labor sentarnos las veces que sean necesarias a escucharles y entenderles.
Si existen una seria de parámetros que podríamos considerar como puntos clave para no liarla:
- Utilización de la luz solar como fuente primigenia de luz. Combínala con un buen diseño de luz artificial. El sol tiene una gran influencia en nuestro estado de ánimo.
- Mobiliario y diseño ad hoc. Es decir, por y para nuestro hogar. Aprovecha la altura y los m2 del espacio adaptando el diseño a las particularidades físicas de la vivienda.
- Utiliza Usa materiales y acabados que aporten valor al espacio. Tanto a nivel visual como funcional.
Nosotros, como diseñadores, no somos importantes. Nuestro diseño no debe tener una firma, y menos en diseño de viviendas. No puede ni debe haber dos iguales.
Sólo debemos tener la consciencia de diseñar para las personas. Ser capaces de transformar una vivienda en tu hogar.
En el competitivo mundo de los negocios en Santiago de Compostela, la apariencia de tu local puede ser la clave para atraer clientes. El diseño de interiores no se trata solo de estética; se trata de crear un espacio funcional que optimice la experiencia del cliente y, a su vez, aumente tus ventas. En Cruz Estudio, estamos especializados en interiorismo comercial que transforma tu espacio en una herramienta de marketing eficaz.
1. La Importancia de un Espacio Atractivo
Un ambiente bien diseñado no solo cautiva a los clientes, sino que también les anima a quedarse más tiempo. Según estudios, los clientes son más propensos a comprar en espacios que les resultan atractivos y acogedores.
2. Optimización del Espacio
Cada rincón de tu local debe ser utilizado estratégicamente. La distribución de los muebles, la iluminación y el uso del color pueden influir en la percepción de tu marca. En Cruz Estudio, trabajamos contigo para entender la esencia de tu negocio y crear un diseño que refleje tu propuesta de valor.
3. Tendencias en Diseño de Interiores
Mantenerse al día con las tendencias es crucial. En Galicia, el uso de materiales sostenibles y la incorporación de elementos locales son cada vez más valorados por los consumidores. Implementar estas tendencias puede diferenciar tu negocio y hacerlo más atractivo para tus clientes.
4. Casos de Éxito en Santiago de Compostela
En nuestros proyectos anteriores, hemos visto un aumento significativo en las ventas de nuestros clientes tras realizar cambios en su diseño de interiores. Por ejemplo, un restaurante en el casco histórico de Santiago experimentó un aumento del 30% en sus ventas tras una remodelación completa.
Conclusión
Invertir en diseño de interiores es invertir en el futuro de tu negocio. Si estás listo para transformar tu espacio y aumentar tus ventas, ¡contáctanos hoy! En Cruz Estudio, estamos aquí para ayudarte a destacar en el mercado local.